La familia es el núcleo más importante de la sociedad y debe proporcionarnos seguridad, amor y paz. Sin embargo, no todas las personas gozan de ambientes sanos y viven en un hogar tóxico, aquí te proporcionaremos 8 señales para identificar si es tu caso y cómo aprender a solucionarlo para no repetir patrones.

8 señales de un hogar tóxico

1.No hay reconocimiento

Si en tu hogar no se valora los triunfos y por el contrario se minimiza o pasa por alto el éxito de tus proyectos, ¡cuidado! Estás viviendo en un ambiente negativo.

También ocurre que en algunas familias se etiquete a alguno de los integrantes como “la oveja negra” sin medir el daño emocional que causa, ya que genera que la persona viva con culpa y resentimiento hacia ella y su familia.

La solución radica en alimentar nuestra mente a través de la autovaloración y aprender a trabajar en nuestros puntos débiles para ser mejores personas. Además de hablar con aquellos que nos hacen sentir inferiores, haciéndoles saber que nos hiere su desvalorización.

2. Los gritos son pan de cada día

Aunque parece que los gritos no son dañinos, la realidad es que tensan el ambiente y esconden el origen de la violencia.

Los gritos se vuelven normales en la dinámica familiar porque aparecen de manera ocasional y reflejan el deseo de imponer el poder y reprimir al otro.

Además en los niños tiene un efecto aún más negativo, de acuerdo a la Escuela de Medicina de Harvard los gritos pueden alterar la estructura cerebral infantil, repercutiendo entre las dos mitades que componen el cerebro, ocasionando problemas de personalidad y en su equilibro emocional.

Y si te preguntas la razón de los gritos, es muy sencilla, es un claro reflejo de la incapacidad para manejar una situación y la falta de control sobre las emociones.

Así que cada vez que pierdas el control o alguien de tu familia lo haga, reflexionen sobre las acciones que deben tomar para conducir el enojo de una manera sana. Por ejemplo, si estás a punto de gritar, mejor deja pasar unos minutos y después retoma la situación para manejarla de forma más calmada.

3.El drama está siempre presente

Existen hogares donde el drama se ha normalizado tanto que algunos miembros sólo se enfocan en las situaciones negativas de la vida, contagiando el ambiente de pesimismo, desesperanza y frustración.

Esto se combate con dosis de alegría, de positividad, porque al final de cuentas también se contagian las buenas energías.

4.El desorden

Un hogar desordenado es reflejo de un cerebro, desorganizado.

Cuando los seres humanos se encuentran en entornos desordenados, la mente muestra mayor dificultad para procesar la información.

Además esto impacta en nuestro estado anímico, ya que los ambientes caóticos generan ansiedad, estrés y disminuyen nuestra productividad.

Y esto no sólo aplica para una casa desordenada, sino para las familias que no tienen un orden de convivencia, por ello es tan importante que se establezcan responsabilidades y reglas.

5. Tu hogar es un campo de batalla

Este punto conjuga todos los anteriores y es una señal de que quizá lo más sano es alejarte de los miembros que generan un ambiente hostil en la familia.

En este grado, el hogar se convierte en un lugar al que no queremos regresar, por las constantes discusiones, falta de empatía, de reconocimiento y que nos van dejando huellas que a futuro van dañando nuestra mente, alma y comportamiento.

La alegría y paz que debe proporcionar un hogar deben ser elementos siempre presentes, porque si faltan encontrar reposo, apoyo y estabilidad en un hogar tóxico se convierte en una tarea imposible, que sólo dañará tu psique.

Por eso es necesario que identifiques si tu hogar se ha convertido en un campo de batalla, donde constantemente se lucha por tener la razón, se han perdido las sonrisas y la competencia siempre está presente para hacer sentir inferiores a los demás.

Si es tu caso, es vital que acudas a un profesional de la salud mental y si te aconseja alejarte de ciertos miembros, no dudes en hacerlo, aunque sea un proceso difícil, es fundamental privilegiar la paz mental para establecer relaciones sanas.

Un hogar tóxico puede desencadenar:

• Dificultad para relacionarte con otros.
• Un alto nivel de desconfianza hacia ti y los demás.
• Poca tolerancia al fracaso.
• Falta de identidad y autoestima
• Anteponer las emociones de otros sobre las tuyas
• Sentirte indefenso y ansioso

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Aprende a identificar estas señales de un hogar tóxico, sus causas y consecuencias. Esto te servirá para evaluar tus errores, los de tu familia y mantener un ambiente sano, recuerda que todo lo que aprendemos en casa, lo repetimos con nuestras parejas, amigos y familia. Así que si construyes un hogar sano, será más fácil tener relaciones afectivas sanas con las personas a tu alrededor y podrás alejarte de aquellas que sólo generan situaciones tóxicas.